La Verdadera Historia del Señor Corales
¡Señor Corales! es la frase más típica que los payasos usan en el circo chileno.
¡Señor Corales! Al oírla de inmediato se rememora el circo, en particular al presentador de la función y que además es el dueño del circo.
Para las nuevas generaciones Señor Corales, resulta un mito, una leyenda que ha traspasado las barreras del tiempo; Pero hoy amigos y amigas, relataré la verdadera historia del Señor Corales, su origen y descendencia.
Respetable Público… esta es la reseña histórica del Señor Corales.
Don Juan Corales González, fue mi abuelo materno, nació el año 1865 en la localidad de El Monte, cercano a Santiago de Chile, fue hijo del agricultor español Tomás Corales y de la criolla Casilda González, ninguno de ellos con motivaciones artísticas, sin embargo mi abuelo Juan Corales G, desde niño supo que el trabajo de campo no era su vida, y con catorce años de edad toma la decisión de viajar a pie hasta Santiago de Chile, en busca de su destino, fue en este trayecto donde ve por primera vez un espectáculo ambulante, que se presentaba en una carpa plana y sin mayor despliegue de material físico, estos espectáculos tenían el nombre de “Volatines” fue este el inicio de su vida artística, no lo dudó y solicitó trabajo en este “Volatín” siendo su primer oficio peoneta de carpa, no pasaron más de dos años, y dado que era un hombre disciplinado aprendió un número de circo, así ejecuto “Antipodismo” que consistía en girar un gran cilindro sobre las plantas de los pies, no conforme con el resultado; que ya era bueno, le agregó equilibrar catorce cajones de madera sobre las plantas de sus pies y lanzarlos de a uno al centro de la pista, pero aún no se conformaba con el resultado, – sin duda el aplauso lo motivaba a seguir la perfección – mi abuelo ya frisaba los 25 años y atrás habían quedado los “Volatines” ya en sus 25 años era un artista respetado en los circos extranjeros que llegaban a Chile, fue en una de estas giras en el sur de Chile, específicamente en la ciudad de San Fernando, donde conoce a quien fuera su esposa por más de 60 años, doña Sara Toro, mi abuela en cuyos brazo tuve el privilegio de ser acunado, Mi abuela de familia de clase media alta y conservadora no tuvo reparos de adaptarse a la vida de circo, a los diez años de casados ya tenían dos hijas, mis tías Catalina y Aída Corales Toro, y con ellas el número de Antipodismo que mi abuelo ejecutaba, tomó la complejidad que el buscaba y logró girar sobre cada planta del pie a sus hijas, Aída y Catalina. –nunca nadie ha logrado volver a ejecutarlo, al menos en Chile- y vinieron más hijos: Dalberto, Tomás, Orlanda, (madre del respetado y conocido maestro de música y guitarrista Carlos Corales) Luz, Ramón, Flora, Doris y Juana Corales -mi madre- en total fueron diez y seis “Los Hermanos Corales” de los cuales solo siete llegaron a la edad adulta y cada uno aprendió y ejecuto distintas disciplinas circenses.
Mi tía Catalina Corales Toro, fue una gran trapecista.
Mi tía Luz Corales Toro, ella cantaba “cuples” en el circo y era conocida como “La Bella Luz.”
Mi Tía Orlanda Corales Toro, multifacética artista, dueña de un talento especial para la comedia y la música.
Mi tío Dalberto Corales Toro, realizó: Perchas, Antipodismo, y además cantaba muy conocido como el “Gaucho”.
Mi tío Tomas Corales Toro; un gran artista el ejecutó: Escalera en plantas, Escalera Giratoria, Malabares y además un gran músico, dominando; Saxofón, clarinete, violín, banjo, marimba, trombón, lira, y acordeón, entre otros.
Mi madre Juana y su hermana melliza Doris, cantaron y bailaron danzas españolas en el circo, eran “Las Mellizas Corales”.
Y el tiempo pasó, ya en 1921 habían nacidos mis tíos, y llega a Chile un circo que trae fieras, el dueño de este circo, al ver la calidad artística de mis abuelos y tíos los llama a forma parte de la compañía, es este circo trabajaba con las fieras y un par de caballos, una artista estadounidense, de nombre Miss Paulina, la cual se quedó en Chile, dado que los animales eran de su propiedad,, le ofrece a mi abuelo formar sociedad, y en 1929 aparecía “Circo Corales De Fieras” cada uno de mis tíos hacían su número, y presentaban la función, desde entonces se escuchó “Señor Corales” en la pista del circo, la sociedad llega a su término y por la edad la socia extranjera decide volver a Estados Unidos, pero el Circo Corales ya era una realidad, y de “Circo Corales De Fieras” pasó a “Circo Corales” y recorrió Chile de Norte a Sur, en barco y tren y la frase Señor Corales, se hacía sentir.
En 1930 se integra a la familia, Francisco Corales, sobrino de mi abuelo, el cual aporta al circo un número de trapecio “Los vuelos del cóndor” el cual realizaba en solitario, saltando desde un trapecio en vuelo, a un trapecio vació – desde que Francisco Corales, por la edad no ejecutó más este número, esta disciplina desapareció del circo Chileno-
También fueron parte importante en el “Circo Corales” mis primos hermanos, Ninella, Sergio, y Miguel Hermosilla Corales, quienes realizaron; trapecio y escalera giratoria respectivamente, además Sergio y Miguel fueron maestro de pistas, en el “Circo Corales”
Ya estamos en 1940 aproximadamente, y mi abuelo decide dejar el circo en manos de sus hijos, y el opta por quedarse en Santiago a cuidar sus propiedades en el barrio Avenida Matta y Lo Vial, y desde entonces el “Circo Corales” toma el nombre de:
“Circo Hermanos Corales”
Convirtiéndose en la más próspera y grande empresa circense Chilena, con un estilo y nivel de trabajo: artístico comercial y legal; de elite, siendo una empresa respetada y admirada, “Circo Hermanos Corales” fue un circo juvenil, dinámico y novedoso, mi tío Dalberto Corales Toro se casa con una joven artista Inés Correa, la cual aporta al circo más juventud un sensacional número; Trapecio Giro.
Respetable público, el “Circo Hermanos Corales” recorrió Chile, durante muchos años, llevando grandes atracciones, y sainetes “Las hazañas de Manuel Rodríguez”
Aportando entretención y cultura, el “Circo Hermanos Corales” fue el primer circo Chileno que aprovechó los avances tecnológicos (micrófono, parlantes, toca discos eléctricos, focos, y generador eléctrico) y cada año, se renovaba la “Carpa Blanca” de lona
Y en cada gira, año tras año, la frase “Señor Corales” resonaba, y sin saberlo mí abuelos, tíos primos, y mi madre hacían historia
Quiso el destino que en mis tíos naciera el legítimo derecho de internacionalizar sus carreras y el Circo Corales, se guardara para siempre, mi tío Tomás Corales Toro, se integra a los grandes circo extranjeros (Tihany, Royal Dumbar, entre otros) Mi tío Dalberto Corales se une al Circo Konig, y recorre Chile, Sud y centro América por más de 30 años.
Diez y seis fueron los hermanos Corales, la última en fallecer fue mi madre Juana Corales Toro, hecho acontecido el 18 de Diciembre del 2015, faltando un mes para cumplir 93 años, en Abril del año 2009, falleció mi tío Tomás Corales Toro, en Agosto de 1991 fallece mi tío Dalberto Corales Toro, en 1999, falleció mi tía Orlanda Corales, y mis otros tíos fallecieron antes de 1960, mi primo Miguel Hermosilla Corales, fallece en 1997, mi prima Ninella Hermosilla Corales, fallece el año 2004 en Venezuela.
Mi abuela Sara Toro de Corales, fallece el 12 de Abril de 1973, con más de 90 años de edad.
Don Juan Corales González, el auténtico “Señor Corales”
Falleció el 18 de Mayo de 1959, también había pasado los 90 años.
Los homenajes a mi abuelo fueron muchos quedando registrado en los diarios y revistas de la época, y el junto a su esposa Sara Toro de Corales, descansan en el cementerio general de Santiago.
Y así respetable público mis abuelos, tíos, tías, primos, prima y mi madre, construyeron el mayor referente del circo chileno, “Señor Corales”
Frase patrimonio nuestro, y la cual mientras dios me de salud y fuerzas seguiré contando a todos y trabajando en este arte que ellos me han heredado, y el apellido Corales, que ostento con orgullo y responsabilidad,
Afectuosamente
Mauricio C. Corales
Nieto de Don: Juan Corales González
Artista Circense
“Payasito Cascabel”